martes, 23 de febrero de 2010

Venezuela en un plato

Ya de un tiempo para acá han estado sucediendo miles de cosas a nivel personal y de país que en realidad no creo que merezcan la pena comentar, puesto que son cosas tan... pero TAN comunes que no deja de darme un poco de asco el hecho de que para la mayoría de los habitantes de este suelo el que te roben ,tanto el hampa común como el gobierno (bajo un amparo leguleyezco tan inentendible como estas últimas palabras) sea algo habitual y termine adornado con un "Gracias a Dios no te hicieron nada, porque todo lo demás se recupera"...

En fin, podría ahondar sobre eso último pero al menos de momento no me apetece. Y hablando de apetencias y de gustos, quería compartir un término que he venido escuchando desde hace algún tiempo en entornos gastronómicos como lo es la deconstrucción: Hasta donde tenía entendido es una técnica que estuvo (o está... en realidad eso lo desconozco) de moda en la que se tomaba algún platillo en particular y se simplificaba a su mínima expresión. En esas lides llegué a enterarme de "pabellón deconstruido", donde al arroz, los frjoles negros (o caraotas), la carne mechada y las tajadas (o plátano frito) quedaban reducidos a pequeñas bolitas tratadas con nitrógeno líquido y que (en teoría, insisto, no las he probado alguna vez) en un espacio menor a 5mm podía encerrar todos los aliños y sabores de todo este plato. Recuerdo que en ese momento pensé que era una técnica interesantísima... pero en realidad era algo absurdo que se pudiese disfrutar belleza o arte alguno en algo que simplemente se dedicaba a destrozar y minimizar años y años de cultura por un asunto de moda.

Ahora bien, ¿a qué vienen todos estos comentarios? Hoy, dando un paseo por la Galería de Arte Nacional, re-descubro una parte que había olvidado... con una pared derruída y de la cual cualquier ciudadano común (o con sentido común, que acá en Venezuela es uno de los más escazos) se habría sentido avergonzado de mostrar en una galería de arte si tuviese que ser mostrada a algún visitante de tierras foráneas. Mi sorpresa cae al darme cuenta que esa pared derruída era una obra de arte... Una artista plástica de Gran Bretaña decidió que una pared de la GAN se vería hermosa si la hacía parecer llena de filtraciones y picada. Lo hizo bajo la excusa de la técnica del deconstruccionismo (Sí! Nuevamente!), que según wikipedia es una línea arquitectónica surgida en los años 80 donde lo común es la ausencia de orden, o un "caos controlado"...

Hasta acá todo bien, ¿No?... Tal vez, pero no para mi. Resulta que hoy descubro que vivo en un país deconstruido... Quizá una obra como la de la autora... que no recuerdo su nombre (My bad, pero creo que era Elizabeth), en Gran Bretaña pasa como "arte", puesto que allá se acostumbrará a que las instalaciones de los museos o los lugares turísticos se mantengan en estado óptimo durante todo el año y el apreciar una pared a medio romper se puede considerar una obra de arte moderno e irreverente, que rompe esquemas. Acá en Venezuela, donde tristemente el mirar una estructura que dependa del gobierno y no se esté cayendo es algo muy poco habitual, pasa como otro montón de escombros y una muestra adicional del desdén con el que se trata a la cultura en general. Aunque... probablemente estoy siendo muy duro. Si hay obras no culturales que están muy bien mantenidas como el puente "Rafael Urdaneta" que está sobre el lago de Maracai... Ah no, esperen... ese es un mal ejemplo... Quizá al recordar el viaducto 1 de la carretera Caracas- La Guai... Hmm... no... ese tampoco... Quizá la (antiguamente) maltrecha torre norte de Parque Central, orgullo arquitectónico de la ciudad devastado por un incendio hace más de 5 años... Eh... Bueno... No hago más que pensar en malos ejemplos, pero de seguro que los hay por allí.

¿Será qué Venezuela, como siempre, entra a las líneas de la moda con una década (o una veintena) de atraso y recién nos estamos metiendo en la onda deconstruccionista? ¿Será que todos acá llevamos un deconstruccionista por dentro y nos encanta ver las cosas en pedazos? O peor aún, no lo somos, pero finalmente nos importa un pepino que pase con las cosas de las que deberíamos sentirnos orgullosos?

Creo que desde hace rato nos están sirviendo el país deconstruído y poco o nada nos importa... total, estamos a la moda. A nosotros nos sirven esferitas de caraotas congelada, y mejor que nos la comamos porque eso es lo que hay... y nos tiene que gustar. ¿No te gusta? Pues echa un ojo en las otras mesas para ver que están comiendo. Si todos estamos comiendo lo mismo, sin emitir ningún sonido... sin saber a ciencia cierta si el silencio es porque disfrutas lo que comes, o porque lo detestas pero que como no escuchas a nadie más quejarse al respecto no lo haces...

Mejor emitir la opinión antes de que llegue el postre... Si no, de repente nos deconstruyen el plato mientras comemos, o nos deconstruyen el acto de comer en si. Un "caos controlado"... Acá como que deconstruimos el deconstruccionismo y ahora separemos el caos por un lado y el control por otro.

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